11 formas de motivarse para ir al gimnasio
límite superior de la tabla de clasificación '>Estar activo tiene muchos beneficios, desde la salud del corazón hasta la calidad del sueño y la función cerebral, pero saber que es bueno para ti no siempre significa que sea fácil ir al gimnasio. Si ha tenido problemas para iniciar una rutina de ejercicios, eche un vistazo a algunos métodos probados para levantarse del sofá y comenzar a sudar.
1. Vístete para un entrenamiento, incluso si no te sientes con ganas.
En muchos sentidos, ponerse una sudadera o unos pantalones de yoga es incluso más importante que salir por la puerta para ir al gimnasio. La investigación ha sugerido que nuestros cerebros son susceptibles a la 'cognición envuelta', una forma técnica de decir que vestirse para el papel puede ayudar a alimentar su ambición de completar una tarea elegida. Si está en equipo de entrenamiento completo, es mucho más probable que salga por la puerta.
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2. HAGA UN COMPROMISO CON UN AMIGO.
Puede ser útil tener un compañero responsable, así que haga planes para hacer un ejercicio conjunto con un amigo. Sentir que alguien más cuenta con su asistencia hará que sea menos probable que se salte la sesión. Aún mejor, ver a su amigo actuar (correr una distancia más larga o levantar pesas más pesadas) también puede darle la motivación para esforzarse, y puede compartir consejos y celebrar el progreso del otro.
3. HAZ UN PLAN.
Si solo está buscando mantenerse activo, no hay nada de malo en ir a un gimnasio e invertir tiempo en cualquier equipo o actividad que se le antoje. Pero la desventaja de esas visitas sin objetivo es que omitirlas no parece estar impidiendo el progreso hacia un objetivo. Después de un período de adaptación, es mejor imaginar una línea de meta (perder peso, aumentar la resistencia, agregar músculo o una combinación de cada uno) y concentrar su energía en trabajar para lograrlo.
4. VAYA TEMPRANO.
Al levantarse temprano en la mañana y dirigirse al gimnasio antes de comenzar el día, ha evitado con éxito las ocho a 10 horas en las que podría convencerse de no ir. Hacer ejercicio puede ser energizante, lo que lo convierte en una rutina matutina ideal, pero si espera, es posible que se sienta demasiado cansado para ir. Levantarse de la cama puede ser difícil esas primeras mañanas, pero una vez que haya establecido un ritmo, se alegrará de haberlo hecho.
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5. CAMBIE SU RUTINA.
Incluso si eres una criatura de hábitos, repetir los mismos ejercicios una y otra vez puede volverse monótono. Para evitar el aburrimiento, intente reorganizar su orden o sustituir alternativas, por ejemplo, un press de banca inclinado, en lugar de un banco plano. Al cambiar las cosas, mantendrá tanto su cuerpo como su mente dedicados a la actividad. (Y siempre puede volver a su rutina habitual más tarde).
6. VISUALIZA EL ÉXITO.
La visualización es una herramienta deportiva que se ha utilizado durante décadas. Al cerrar los ojos e imaginar cómo se vería y se sentiría para lograr una meta o para completar un ejercicio, podemos prepararnos física y psicológicamente para la tarea en cuestión. Si está arrastrando los pies o está considerando saltarse un entrenamiento, intente sentarse durante unos minutos para visualizar cómo se sentiría si fuera al gimnasio y cómo eso lo acercaría un paso más a su objetivo.
7. NO PROMETAS EN EXCESO.
Tener metas, incluso las más elevadas, es clave para todo lo que quieras lograr en la vida. Pero si decide que quiere tener las proporciones de un modelo de acondicionamiento físico para agosto o saltar de un tiempo de 5 km a un maratón de tres horas, es posible que se esté preparando para la decepción. Asegúrese de que la barra sea accesible, incluso si eso significa apuntar solo 15 minutos en bicicleta, para no sentirse abrumado. ¡No olvide celebrar los hitos más pequeños a lo largo del camino!
8. LIBERE LOS OBSTÁCULOS.
Quizás algo esté impidiendo tu viaje al gimnasio. ¿La cafetera no funciona, lo que le quita la sacudida de cafeína que le gusta antes de hacer ejercicio? ¿No te gusta la ubicación de tu gimnasio o sus instructores de clases de fitness? No espere hasta poder utilizar obstáculos para justificar una sesión perdida. Tome medidas para resolver el problema de modo que tenga un camino claro y sin obstáculos hacia sus objetivos.
9. CONSIDERE UN ENTRENADOR.
Los instructores de acondicionamiento físico certificados aumentan el costo de su entrenamiento, pero también pueden agregar mucho valor tangible. Un experto puede diseñar un programa basado en sus objetivos, mostrarle cómo usar el equipo y brindarle consejos sobre nutrición. Es posible que descubra que no necesita su ayuda por mucho tiempo, pero tenerlos presentes mientras comienza podría obligarlo a seguir adelante.
10. REGISTRE SUS ENTRENAMIENTOS.
Al registrar distancias, pesos y otros hitos objetivos en su viaje de acondicionamiento físico, podrá ver el progreso en papel. Ese registro puede ser útil cuando no se siente inspirado o aletargado. Hacer referencia a un momento en el que solo podía correr media milla, por ejemplo, podría motivarlo a seguir adelante porque ahora está acostumbrado a correr dos o tres.
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11. TOME TIEMPO PARA RECUPERARSE.
Puede sentir que ir al gimnasio todos los días no deja lugar para la pereza. Con el tiempo, descubrirás que el deseo de tu cuerpo por descansar triunfará sobre tu voluntad de hierro, y es posible que te encuentres pasando días o semanas sin sudar ni una gota. Es mejor incorporar algo de tiempo de recuperación, ya sea que eso signifique no hacer nada o simplemente reducir temporalmente su nivel de actividad. De esa manera, evitará estar demasiado cansado para abordar su próxima sesión.
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